Empresas con estrategias o proyectos que contribuyen a la transición hacia una economía de bajas emisiones, que mitigan el cambio climático y se adaptan a él, aprovechan eficientemente la economía circular y los recursos naturales, y contribuyen al fortalecimiento de la biodiversidad.
Algunos de los criterios son:
- Reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a través de:
- Generar, transmitir, almacenar, distribuir o utilizar energía renovable, incluso mediante el uso de tecnología innovadora con un potencial de ahorro significativo en el futuro o mediante el necesario refuerzo o ampliación de la red.
- Mejoras en la eficiencia energética, excepto en las actividades de generación de energía.
- Utilizar tecnologías de captura, almacenamiento y utilización de carbono (CCU y CCS) que sean seguras para el medio ambiente y que permitan una reducción neta de las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Producir/usar combustibles limpios y eficientes a partir de fuentes renovables o neutras en carbono.
- Uso de transporte limpio
- Edificios sustentables
- Iniciativas de adaptación al cambio climático
- Realicen la transición a modelos de negocio bajos en carbono a través de:
- Utilizar materiales renovables, reciclados y/o de origen sostenible en sus procesos productivos.
- Iniciativas de Economía circular.
- Innovación en procesos productivos, desarrollo de productos ambientalmente amigables, empaques sostenibles, etc.
- Reducción y manejo responsable de residuos.
- Reducir su impacto en la naturaleza y los escasos recursos naturales,
- Reforzar los sumideros de carbono de la tierra, evitar la deforestación y la degradación de los bosques, contribuir en la gestión sostenible y la restauración de las tierras de cultivo, los pastizales y los humedales, la forestación y la agricultura regenerativa.
- Iniciativas de biodiversidad, conservación terrestre y acuática.
- Uso sustentable del agua y manejo responsable de aguas residuales.