China, la segunda potencia económica y sus bondades para las empresas

Este gigante asiático es un jugador clave en el sistema económico internacional, al tener el segundo Producto Interno Bruto (PIB) más grande del mundo⁽²⁾.

En 2024, la economía china experimentó un crecimiento del 5.0%, alcanzando un PIB de aproximadamente 18.8 billones de dólares, cumpliendo con el objetivo gubernamental establecido para ese año(3). Este crecimiento fue impulsado por medidas de estímulo, un sólido desempeño en las exportaciones y una inversión significativa en sectores de alta tecnología⁽³⁾.

El comercio exterior también mostró resultados positivos. Las exportaciones aumentaron un 5.9% y las importaciones crecieron un 1.1% en términos de dólares estadounidenses, resultando en un superávit comercial de 992.2 mil millones durante el mismo período⁽³⁾.

China continúa fortaleciendo su liderazgo en innovación y tecnología. En 2024, la producción de vehículos de nueva energía creció un 38.7%, los circuitos integrados aumentaron un 22.2% y los robots industriales experimentaron un crecimiento del 14.2%, cifras reflejan el compromiso del país con el avance tecnológico y la manufactura de alta tecnología⁽³⁾.

Las empresas que buscan expandirse a nuevos mercados se sienten particularmente atraídas hacia China debido a su importancia como mercado de bienes y servicios, pues no solo es el mayor exportador del mundo, sino que también es el segundo importador de mercancías a nivel mundial⁽⁴⁾.

Debido a su rápido crecimiento y desarrollo, la clase media es cada vez más amplia y demanda una mayor cantidad y calidad de bienes de consumo, como teléfonos inteligentes, mercancías de lujo, electrodomésticos y automóviles⁽⁵⁾. El incremento del poder adquisitivo hace al país un lugar propicio para las inversiones de empresas enfocadas en el consumo⁽⁵⁾.

China sigue siendo un destino atractivo para la inversión extranjera directa (IED). En 2024, la IED alcanzó 163 mil millones de dólares, reflejando el interés continuo de los inversores internacionales⁽⁶⁾.

El gobierno chino ha implementado políticas para facilitar la inversión extranjera, incluyendo la reducción de restricciones en sectores clave y la promoción de zonas de libre comercio, con el objetivo de crear un entorno más favorable para los negocios internacionales⁽⁵⁾.

En medio de las tensiones geopolíticas y los esfuerzos de países occidentales por relocalizar su producción —ya sea mediante reshoring o nearshoring— China ha reforzado su papel como eje logístico y manufacturero. La estrategia nacional de “circulación dual” busca equilibrar el crecimiento impulsado por el mercado interno con la integración internacional, reduciendo la dependencia de exportaciones tradicionales, pero manteniendo su posición como corazón de las cadenas de suministro globales⁽⁵⁾.

Además, con hubs logísticos como Shenzhen, Guangzhou y Shanghái cada vez más automatizados y digitalizados, muchas empresas encuentran en China no solo un centro de producción, sino también un socio estratégico en términos de eficiencia, escala y conectividad global⁽⁵⁾.

La adopción masiva de tecnologías como blockchain, inteligencia artificial y análisis predictivo en logística convierte a China en una plataforma esencial para las empresas que requieren trazabilidad, cumplimiento regulatorio y velocidad operativa⁽⁵⁾.

Internacionalizar a tu empresa e instalarse en la segunda potencia económica del mundo requerirá de paciencia y esfuerzo para enfrentar los retos que el país enfrenta, entre los cuales se encuentran:

• Tensiones comerciales internacionales: Las recientes políticas arancelarias de Estados Unidos generan incertidumbre en el comercio global, siendo el país asiático uno de sus principales objetivos⁽⁵⁾.
• Preocupaciones ambientales: China enfrenta desafíos significativos en términos de contaminación y sostenibilidad ambiental, lo que puede afectar las operaciones comerciales y la percepción de marca⁽⁵⁾.
• Deuda corporativa y precios inmobiliarios: La creciente deuda corporativa y el aumento en los precios de la vivienda en las principales ciudades pueden influir en el entorno económico y financiero⁽⁵⁾.

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China continúa abriéndose a la inversión y a influencias extranjeras, ofreciendo un potencial significativo para la participación internacional en su economía. Con HSBC como tu aliado, puede navegar con confianza en este entorno en constante cambio y aprovechar las oportunidades que ofrece la segunda economía más grande del mundo.

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