La franquicia es una ruta hacia la expansión de una empresa establecido y exitoso que busca crecer. Ciertamente no es una cura para una empresa en apuros. Tomará más que una buena idea convencer a los posibles franquiciatarios, tendrás que demostrar que tienes un concepto probado y comprobado.
Antes de comenzar, debes pensar detenidamente acerca de tus respuestas a las siguientes preguntas. Si tu empresa no marca todas las casillas, puede que no estés listo para franquiciar:
- ¿Tu empresa es exitosa y rentable, con una base establecida?
- ¿Hay un mercado durante todo el año para tu producto o servicio, en lugar de estar relacionado con la temporada o la moda?
- ¿Hay margen suficiente para garantizar que tanto tú como el franquiciatario pueden ganar dinero sin dejar de ser competitivos?
- ¿Puedes mostrar que tu empresa puede ser replicada? ¿Tiene puntos u oficinas adicionales ya instalados?
- ¿Tu equipo de gestión es lo suficientemente fuerte como para que pueda 'retroceder' y concentrarse en las franquicias?
- ¿Tienes acceso a fondos iniciales para pilotear y lanzar tu franquicia?